Una de las preguntas que más me hacen en consulta es:
¿Cuál es la postura más saludable para dormir?
Le siguen otras como:
- ¿Qué ejercicio es mejor para este dolor?
- ¿Qué silla es más recomendable para trabajar tantas horas sentado?
Y todas, en el fondo, resumen una sola cuestión:
¿Cómo puedo cuidar mi cuerpo y mantenerlo libre de dolor?
Mi respuesta como osteópata… y algo más
Después de años de experiencia clínica y de profundizar en el estudio del cuerpo, la mente y la conciencia, mi respuesta ha evolucionado. Hoy, se alinea con una visión más integrativa y profunda, inspirada en el libro Un Curso de Milagros(UCDM).
Este enfoque puede sorprenderte. Pero te invito a leer sin juicio, con mente abierta.
El cuerpo como herramienta, no como identidad
En UCDM, el cuerpo se entiende como neutral. Es como una silla: puedes usarla para sentarte o, si quisieras, como arma. El cuerpo tiene su función, pero tú eliges para qué lo utilizas.
“El cuerpo es una herramienta de comunicación.”
Un Curso de Milagros
Y ahí está el verdadero giro de perspectiva:
- El Ego utiliza el cuerpo para reforzar la separación.
- El Espíritu Santo (esa parte sabia e intuitiva en ti) lo usa para comunicar amor, verdad y sanar.
Cuando sientes que estás desconectado del otro —como si tú fueras tú y el otro algo ajeno— puedes hacerle daño sin sentir que te lo haces a ti mismo. Pero si ves la conexión, el vínculo, entonces ya no puedes atacar sin dañarte tú también. Este cambio de percepción es lo que marca la diferencia.
¿Y cómo se aplica esto a la salud?
Aquí viene lo difícil y transformador:
Aceptar que el cuerpo es una creación del Ego, no de Dios (o del universo, o del campo unificado, como prefieras llamarlo). No como algo malo, sino como una experiencia temporal que te permite aprender, recordar y volver a conectar con tu esencia.
Cuando dejas de identificarte con el cuerpo como tu yo, y lo ves como un vehículo de aprendizaje y conexión, empiezas a cuidarlo sin miedo ni obsesión. Te escuchas más. Actúas con más suavidad.
“El cuerpo, si se concibe correctamente, no puede ser fuente de orgullo ni de vergüenza.”
UCDM (T-8.VII.4:3-4)
Tres claves para usar el cuerpo desde la conciencia
- No lo uses para atacar
(ni con juicios, ni compitiendo, ni con miedo). - No lo uses para obtener control o placer
como sustituto del amor o la conexión real. - Entrégaselo al Espíritu para que lo use con otro propósito:
el de comunicar, amar y sanar.
Práctica diaria simple (pero poderosa)
- Por la mañana:
“Espíritu Santo, te entrego este cuerpo. Úsalo solo para extender amor y perdón.” - Durante el día:
Si sientes dolor, deseo, juicio o cansancio, obsérvalo sin juicio… y entrégalo. - En tus relaciones:
Usa tu cuerpo no para recibir, sino para dar —una mirada, una presencia, una escucha sin expectativa.
Cierre con propósito
Puede que este enfoque no responda directamente a qué postura es mejor para dormir. Pero sí puede ayudarte a escuchar tu cuerpo con más sabiduría, a entender cuándo te está hablando desde el miedo o desde la verdad… y a encontrar, desde ahí, la postura que más te sostiene.
Si este mensaje resuena contigo y quieres explorar un camino de sanación donde cuerpo y conciencia van de la mano, estaré encantado de acompañarte.
Con amor y presencia,
Alejandro